lunes, 19 de diciembre de 2011
LAS SATURNALES
Eran unas fiestas muy diferentes a las nuestras. Se celebraban durante siete días, coincidiendo con el solsticio de invierno, entre el 17 y el 24 de diciembre. La diversión -el vino corría a raudales durante esos días- y que el orden establecido quedara temporalmente patas arriba -los esclavos podían ser los amos y los señores, sus esclavos- las hicieron muy atractivas para una parte de la población romana, tanto que los cristianos necesitaron mucho tiempo para acabar con ellas. Decidieron hacerlo situando el nacimiento de Cristo en este periodo.
Algo de las saturnales -aparte de la fiesta y la celebración desmesurada por la llegada de un nuevo tiempo- ha quedado en nuestras Navidades. ¿El qué? Los regalos -strenae-: al principio, de carácter seguramente ritual; luego, todo tipo de regalos y dinero.
Nos queda un libro de Marcial con algunas de los poemas que acompañaban a esos regalos...
Como ejemplo, tenemos un plumier, un estuche para guardar plumas u otros objetos de escritura, que iba acompañado del siguiente dístico:
"Para ti será este estuche provisto de estilos de hierro, dáselo a tu niño que será un regalo soberbio"
Estas obras Son las "xenia" -en griego señales de hospitalidad- y las "apophoreta" -lo que se entrega o uno se lleva- (libros XIII y XIV de sus epigramas) que podéis bajaros en este enlace:
EPIGRAMAS DE MARCIAL
En fin, felices fiestas y disfrutad de las vacaciones.
O como dirían los romanos: "Io, Saturnalia! Bona Saturnalia!"
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